Es posible que muchos de vosotros os estéis enfrentando a las primeras vacaciones tras una ruptura. Priorizar el bienestar de los hijos y querer que aprovechen el máximo tiempo posible con ambos progenitores, son claves para disfrutar del primer verano tras la separación.
No hay que olvidar que todo lo que se dispone en los convenios reguladores aprobados judicialmente es de obligado cumplimiento, aunque siempre recomendamos que, por el bien de la familia, sea interpretado con flexibilidad.
Si por ejemplo el régimen de vacaciones se ha fijado por semanas y a nuestra familia le viene mejor un régimen por quincenas, por los trabajos de los progenitores, o por los planes que tenemos previstos, es plenamente posible que de mutuo acuerdo, pactéis un reparto diferente al fijado en el convenio.
Claves para disfrutar del primer verano tras la separación
Piensa en los niños
Se trata de organizar las vacaciones pensando en ellos, no de imponer nuestro criterio por fastidiar.
Nuestro objetivo como padres debe ser que los niños lo pasen lo
mejor posible y que puedan disfrutar de ambos progenitores y de la familia extensa.
Sé flexible
Aunque haya un convenio es importante que lo interpretéis de manera flexible.
Nuestra experiencia nos dice que, generalmente, si uno de los progenitores es flexible, el otro acabará siéndolo. La flexibilidad es positiva para todos, no solo para la distribución de las vacaciones de verano de los niños, si no también en cómo se lleve a cabo, por ejemplo, el régimen de comunicación, durante esas vacaciones, con el otro progenitor.
Un convenio regulador no suele estipular, por ejemplo, que durante las vacaciones se envíen fotos, videos, o audios de los menores. No somos máquinas y no se puede detallar todo en un convenio. Esto no quita
que nosotras personalmente sí aconsejemos que, si facilita la tranquilidad del otro progenitor, se envíen de vez en cuando fotos, videos, o audios, además de las llamadas que de normal se hagan, para poder hacer partícipe al otro progenitor del disfrute y tiempo de ocio que están pasando nuestros hijos.
Esta flexibilidad de la que hablamos también se refiere a los supuestos en que el progenitor tenga más facilidad para adaptar sus vacaciones a las vacaciones escolares de vuestros hijos, facilite que sus hijos puedan pasar el mayor tiempo posible con el otro progenitor, con independencia de a quién le toca elegir las vacaciones según el convenio.
Evita conflictos innecesarios
Para ello no cabe duda que hace falta paciencia, flexibilidad y pensar siempre en nuestros hijos.
Como hemos hablado otras veces cuando hay desacuerdos en el ejercicio de la patria potestad podemos acudir al juez para que a falta de acuerdo, sea él quien decida, aunque aconsejamos que esa sea siempre la última vía.
Disfruta de tiempo de calidad con tus hijos
Construye recuerdos imborrables con ellos.
Pese a que todo lo que hemos narrado es lo que consideramos que sería lo ideal aunque es cierto que, en ocasiones en la práctica, es difícil ver esa flexibilidad, pues generalmente las partes suelen preferir cumplir a rajatabla lo que dice el convenio regulador para evitar problemas o malos entendidos.
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